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QUÉ TIPO DE MERCADO ES EL TURISMO
El término “Turismo” lo hemos escuchado todos, sabemos qué es y en mayor o menor medida, si nos preguntasen, aunque no seamos expertos del sector, acertaríamos a dar una definición.
Ocurre algo parecido cuando hablamos de “Mercado turístico”. Para hacerlo aún más fácil, el mercado lo forma la oferta y la demanda. Añadimos que el turismo es un importante sector económico y que según la OMT “es un fenómeno social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno habitual por motivos personales, profesionales o de negocios”.
Por eso, cuando hablamos de mercado turístico nos vienen a la cabeza infinidad de conceptos. En este artículo, te proponemos ordenarlos un poco más para entenderlo mejor.
En primer lugar, podemos referirnos a la procedencia y/o destino.
¿Cómo se estructura el mercado turístico y de qué forma se puede clasificar?
- Mercado nacional: engloba los desplazamientos de las personas que residen en la misma zona geográfica. Por ejemplo, en el caso de España, el turismo nacional es el que realizaría cualquier español dentro de su propio país.
- Mercado receptor: es el que recibe a los no residentes de esa zona geográfica. Hay mercados turísticos que se caracterizan por tener una alta tasa de importación de turistas. De hecho, los datos referentes a la llegada de turistas oscilan cada año entre el tercer y cuarto puesto en el ranking mundial.
- Mercado emisor: son aquellos turistas que viajan fuera de su área geográfica. Al igual que el anterior, hay países cuyas tasas de emisión de turistas es elevado ya que salen más turistas de los que se reciben.
Igualmente podemos tomar como referencia las motivaciones que mueven al turista. Hay muchísimas, aunque cabe destacar las siguientes: de negocios, cultural, religioso, idiomático, etc…
Otra clasificación válida haría referencia al tipo de turista que lo practica: familiar, pareja, single o de grupo. De hecho, estas clasificaciones (y otras más), pueden estar ligadas entre sí, por poner un ejemplo sencillo: analizar y obtener el número de turistas de un determinado país, que viajan a otro distinto en pareja o familia, por motivo vacacional o cultural. Esto permite saber qué tipo de target es el que predomina o escasea, pudiendo llegar a aplicar acciones de marketing si así fuese necesario.
Pilares fundamentales: oferta y demanda.
La oferta turística engloba todo aquello que hace posible el turismo. Las empresas que prestan el servicio son importantes, pero no podemos olvidar que son los recursos turísticos los que hacen atractivo el lugar, así como las propias infraestructuras que permiten llegar al destino, son un punto favorable o desfavorable a la hora de ofertar un destino.
La demanda turística la entendemos como el global de lo que el cliente solicita. En este caso, los factores que la condicionan son variables y cambiantes, como la situación política o las propias modas, entre otros. Un ejemplo claro son países que son políticamente inestables o en lo que existe algún conflicto. En estos casos, el turismo se retrae de forma inequívoca. Sin embargo, si un personaje conocido o influencer pasa sus vacaciones en un determinado lugar, las búsquedas sobre ese destino y, por consiguiente, las visitas se disparan en altos porcentajes.
El mercado turístico y su estructura son complejos. Conocerlos al detalle es clave. Herramientas como el marketing focalizado en nuestro potencial cliente, nos permitirá adaptarnos mejor y satisfacer las necesidades del consumidor presente o futuro.
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