Tarazona (provincia de Zaragoza) muy cerca del Moncayo, la montaña mágica de Aragón, desde primerísima hora, como todos los 27 de agosto, la actividad en la ciudad turiasonense es de lo más jaranera, todas las cuadrillas se reúnen en torno al almuerzo, y este año por primera vez lo hemos vivido en primera persona. En torno a dos huevos fritos con patatas, jamón y longaniza conocimos al Cipotegato 2017, cuya identidad no puede ser desvelada hasta que no terminada su recorrido por las calles de la villa.
Momentos muy emotivos vivimos durante todo el día, el primero en el almuerzo, donde los amigos y familia del arlequinado personaje dedicaron palabras de ánimo y cariño, así como el Cipotegato, agradeció a todos su asistencia.
Una vez finalizado, tomamos rumbo al Ayuntamiento, donde pudimos compartir con el Cipotegato los momentos previos a la carrera. El Cipotegato es la fiesta más tradicional de Tarazona y tiene más de 300 años de historia, el personaje surge como casi todas las fiestas de España con carácter religioso, este personaje desalojaba las calles de la ciudad de niños durante la celebración de Corpus Christi, aquellos niños comenzaron a hacer frente al Cipotegato mediante el lanzamiento de distintas verduras que encontraban por el suelo, la fiesta ha ido evolucionando a la lo largo del tiempo, y este personaje casi marginal de aquellos años se ha convertido en el más importante de Tarazona, este año más de 100 personas optaban al sorteo y solo uno fue el elegido.
Una vez, que el Cipotegato estuvo preparado, nos acompañaron por el Ayuntamiento, a nuestra posiciones estratégicas, gracias a Mª Ángeles, no solo conocimos un poco más la historia del Cipotegato, sino que nos presentó al que fuera el personaje en el año 1994, año en el que se abrió a concurso.
A las 12 en punto de la mañana, el cohete anunciador y el volteo de campanas, sumado a los cánticos de las miles de personas que se agolpan en la puerta del Ayuntamiento de la plaza de España, aparece el Cipotegato, respaldado por sus amigos, que lo acompañan durante todo el recorrido, este año nos dicen, que ha sido el más rápido de la historia, y cruza la ciudad en unos escasos 12 minutos, a una increíble velocidad a pesar de la lluvia de tomates, que es espectacular.
Una vez que vuelve a la plaza, el Cipotegato, se sube a la estatua que lleva su nombre, levanta los brazos victoriosos y estalla la fiesta, la piel se pone de gallina en este momento, y cuando en volandas el Cipotegato regresa al Ayuntamiento, ya tiene nombre y apellidos y entra en libro de honor de la ciudad; Juan Ortega Sanz; Cipotegato 2017.
Simplemente dar las gracias por el buen trato recibido, a Carmen y Mª Ángeles del Ayuntamiento, a Juan por hacernos partícipes de este momento tan importante en sus vidas y a todo el pueblo de Tarazana por hacernos sentir parte él.
Esta noticia no tiene comentarios todavía